Ser madre sin pareja masculina, y la incertidumbre que ello abarca, es una de las preguntas que más se realizan las mujeres a nivel mundial. Pues, se tiende a pensar que tener un hijo sin tener pareja hombre puede llegar a ser un proceso complicado, sin embargo, eso no es tan así.Existen tratamientos médicos que permiten que una mujer pueda quedar embarazada sin la necesidad de una pareja hombre. Es decir, no tienes de qué preocuparte si estás soltera o si compones una familia lesboparental y, desde luego, tienes el profundo deseo de ser mamá!A continuación, te comentamos cuáles son los tratamientos reproductivos que existen para que puedas quedar embarazada:
Hay 3 tratamientos bases importantes para buscar el embarazo sin pareja masculina:
#1 Inseminación intrauterina (IIU) con semen de banco donante.
Este tratamiento es considerado como el de menor complejidad, y trata de «recrear» el proceso natural. Consiste en la introducción de espermatozoides procedentes de un donante, debidamente procesados, en el útero de la mujer, para que ellos por su cuenta sean capaces de alcanzar el óvulo en las trompas de Falopio. Esto considera una estimulación hormonal suave.
En esta técnica hay que tener en cuenta que el uso de semen de donante no revuelve problemas previos de esterilidad en la mujer. Esto significa que la paciente no debe padecer problemas en la ovulación, obstrucción de las trompas de Falopio, endometriosis, y otras condiciones que dificultan el embarazo (Ej// No debe encontrarse en edad materna avanzada). Se trata de un tratamiento que se lleva a cabo de forma sencilla y la inseminación en sí es un proceso ambulatorio e indoloro.Aproximadamente 16 días después de todo el proceso se hace la prueba en sangre para saber si se ha logrado el embarazo; es recomendable no hacerlo en orina, ya que habitualmente es muy pronto para que haya una concentración hormonal suficiente como para ser detectada.
#2 Fecundación in vitro (FIV)
Esta técnica de reproducción asistida para parejas de mujeres o mujer sola es más compleja que la anterior. Consiste en la estimulación hormonal de los ovarios, con el objetivo de conseguir un número más elevado de óvulos. Estos óvulos son extraídos mediante la punción folicular, que se realiza en quirófano y bajo sedación. Una vez realizada la extracción se inseminan en el laboratorio de fecundación in vitro (FIV) con el semen del donante, previamente preparado, mediante una técnica de FIV convencional o microinyección intracitoplasmática (ICSI)
Tras ser fecundados se mantienen en cultivo para que se puedan desarrollar los embriones, hasta que llega el momento de la transferencia (paso en el que se deposita uno de los embriones en el interior del útero). Las tasas de embarazo en este tipo de técnica son más elevadas que en una inseminación artificial.El resto de los embriones de buena calidad se pueden congelar, por si en el futuro se vuelve a requerir para una nueva transferencia.